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¿Por qué las Vacunas no Protegen Contra las Enfermedades?
Walene James, el autor de āInmunización: la Realidad DetrĆ”s del Mitoā, afirma que se necesita la respuesta inflamatoria completa para crear una inmunidad real. Antes de a la introducción de las vacunas de sarampión y paperas, a los niƱos les daba sarampión y paperas, y en la gran mayorĆa de los casos estas enfermedades eran benignas. Las vacunas āengaƱanā al cuerpo para que no monte una respuesta inflamatoria completa al virus inyectado. Las vacunas y el SĆndrome de Muerte Infantil SĆŗbita, SIDS La incidencia del sĆndrome de Muerte Infantil SĆŗbita SIDS ha crecido de .55 por cada 1000 nacimientos vivos en 1953, a 12.8 por cada 1000 en 1992, en el Condado de Olmstead, Minnesota. La incidencia mĆ”xima para SIDS es la edad entre 2 y 4 meses; el tiempo exacto en que son aplicadas la mayor parte de las vacunas. El 85% de los casos de SIDS ocurren en los primeros 6 meses de infancia. El incremento de SIDS como un porcentaje del total de muertes infantiles ha subido de 2.5 por 1000 en 1953 a 17.9 por 1000 en 1992. Este levantamiento en las muertes de SIDS ha ocurrido durante un periodo cuando casi cada enfermedad infantil estaba disminuyendo debido a una higienización mejorada y progreso mĆ©dico exceptuando el SIDS. Estas muertes de SIDS aumentaron durante un perĆodo en el que el nĆŗmero de vacunas dadas a un niƱo estaba subiendo firmemente a 36 por niƱo. El Dr. W. Torch pudo documentar 12 muertes infantiles que aparecĆan dentro de 3½ y 19 horas despuĆ©s de una inmunización de DPT. Ćl informó 11 nuevos casos de muerte de SIDS y uno despuĆ©s y otro errado que habĆa ocurrido dentro de las 24 horas despuĆ©s de una inyección de DPT. Cuando Ć©l estudió 70 casos de SIDS, a dos terceras partes de estas vĆctimas se les habĆa aplicado la vacunación desde un medio dĆa a 3 semanas antes a sus muertes. Ninguna de estas muertes se atribuyó a las vacunas. Las vacunas son una āvaca sagradaā, y no aparece nada en contra de las mismas en los medios de comunicación de masa, porque son muy rentables para las empresas farmacĆ©uticas. Hay una razón vĆ”lida para pensar que las vacunas son, no solo inservibles previniendo la enfermedad, sino que son contraproducentes, porque daƱan el sistema inmunológico permitiĆ©ndole al cĆ”ncer, a las enfermedades auto-inmunes y al SIDS causar mucha invalidez y muerte. Llega la temporada de vacunación, y es nuestro deber poner en vuestras manos información que en conjunto os harĆ” plantearos la efectividad de las vacunas. PongĆ”monos en antecedentes: La vacuna de viruela se creyó que era capaz de inmunizar a las personas contra la viruela. En el momento que fue introducida esta vacuna, habĆa ya un declive en el nĆŗmero de casos de viruela. Japón introdujo la vacunación compulsiva en 1872. En 1892 habĆa 165,774 casos de viruela con 29,979 muertes, a pesar del programa de vacunación. Un severo programa compulsivo de vacuna de viruela que entablaba acciones judiciales a aquĆ©llos que se negaban a la vacuna se instituyó en Inglaterra en 1867. En un lapso de 4 aƱos, el 97.5% de las personas fueron vacunadas. El aƱo siguiente, Inglaterra experimentó la peor epidemia de viruela en su historia, con 44,840 muertes. Entre 1871 y 1880 la incidencia de viruela realizó una escalada de 28 a 46 por 100,000. La vacuna de la viruela no funciona. Mucho del Ć©xito atribuido a los programas de vacunación realmente puede haber sido debido a la mejora en la salud pĆŗblica relacionada a la calidad del agua y la buena higiene, buena nutrición y mejores estĆ”ndares de vivienda. TĆpicamente la incidencia de una enfermedad estaba claramente disminuyendo antes de que introdujeran la vacuna para esa enfermedad. En Inglaterra la incidencia de polio habĆa disminuido por 82% antes de la introducción de la vacuna en 1956. A principios del 1900, un astuto mĆ©dico de Indiana, el Dr. W.B. Clarke, declaró: El CĆ”ncer era prĆ”cticamente desconocido hasta que se comenzó a introducir la vacunación compulsiva con la vacuna de viruela. Yo he tenido que tratar con doscientos casos de cĆ”ncer, y nunca vi un caso de cĆ”ncer en un persona no vacunadaā. Hay una creencia ampliamente sostenida de que no deben criticarse las vacunas porque el pĆŗblico podrĆa negarse a tomarlos. Esto sólo es vĆ”lido si los beneficios exceden los riesgos conocidos de las vacunas. ĀæLas Vacunas Previenen Realmente la Enfermedad? Esta importante pregunta no parece haber sido jamĆ”s estudiada adecuadamente. Las vacunas son enormemente rentables para las compaƱĆas de droga y la reciente legislación en el EE.UU. ha eximido las demandas legales contra las empresas farmacĆ©uticas en caso de reacciones adversas a las vacunas, que son muy comunes. En 1975, Alemania dejó de requerir la vacunación contra la pertussis (tosferina). Hoy, menos del 10% de los niƱos alemanes se vacunan contra la pertussis. El nĆŗmero de casos de pertussis ha decrecido firmemente, aunque muy pocos niƱos reciben ya la vacuna de pertussis. Los brotes de sarampión han ocurrido en escuelas con proporciones de 98% de en todas las partes del EE.UU., incluyendo en Ć”reas que no habĆan informado ningĆŗn caso de sarampión durante aƱos. Al subir la tasa de inmunización contra el sarampión a altos niveles, el sarampión se vuelve una enfermedad sólo vista en las personas vacunadas. Un brote de sarampión ocurrió en una escuela donde se habĆan vacunado el 100% de los niƱos. Las proporciones de mortalidad del sarampión han declinado en un 97% en Inglaterra antes de que se instituyera la vacunación del sarampión. En 1986 habĆa 1300 casos de pertussis en Kansas y 90% de estos casos ocurrió en niƱos que habĆan sido vacunados adecuadamente. Se han informado fracasos similares de la vacuna en Nueva Esocia donde la pertussis ocurriendo a pesar de la vacunación universal. Pertussis sigue siendo endĆ©mica en los PaĆses Bajos donde por mĆ”s de 20 aƱos el 96% de los niƱos han recibido 3 vacunas de pertussis a la edad de 12 meses.
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